EL LAVADO NASAL
El sistema respiratorio es parte del sistema inmunitario. En la medicina taoísta, a los pulmones se les llama, “el ministerio de defensa”, porque son los que deciden quién puede entrar en el reinado del cuerpo y a quién se le excluye.
La Respiración Espinal es una de las maneras de mantener los pulmones en buena forma. Otra manera es haciendo diariamente el lavado nasal.
El lavado nasal, que se denomina “Jala Neti”, se ha utilizado en las yogas de la India por sus poderosos beneficios físicos, psicológicos y espirituales. En el presente, el lavado nasal, se ha popularizado por sus beneficios en casos de problemas respiratorios y alergias. El lavado nasal ayuda a reducir la acumulación de patógenos que respiramos y que se acumulan en las mucosidades de las fosas nasales.
Nuestro cuerpo utiliza la mucosidad como medio de transporte para liberarnos de toxinas, polvo y microogranismos. La mucosidad también ayuda a mantener un grado de humedad en ambientes muy secos, tales como un lugar con calefacción o con calor tóxico, por exceso de instrumentos electrónicos, como ordenadores y televisores.
La tensión psíquica se acumula en el punto entre las cejas, contribuyendo a que el sistema nervioso autónomo se bloquee en el hipotálamo y la zona entre las cejas. El lavado nasal es una de las maneras más rápidas de descargar tensión en la cabeza.
BENEFICIOS DEL LAVADO NASAL
- Elimina congestión nasal.
- Elimina la acumulación de mucosidades en las fosas nasales.
- Transporta fuera de las fosas nasales polvo, polen y microorganismos.
- Humedece las fosas nasales que están demasiado secas.
- En caso de infecciones, ayuda a cambiar la respiración de la fosa nasal activa.
- Contribuye a regular el equilibrio acido-básico, al abrir la fosa nasal estancada.
- Puede reducir la duración y frecuencia de gripes.
- Ayuda a reprogramar el sistema inmunitario en casos de fiebre de heno, sinusitis, alergias, irritación de garganta, tos, inflamación en los adenoides y otros problemas respiratorios.
- En casos de asma y bronquitis, puede ayudar a reducir la tendencia a respirar por la boca, al reducir las mucosidades.
- Puede ser útil para ciertos casos de problemas en los oídos y con la escucha.
- Aclara la mente al abrir las fosas nasales.
- Ayuda a recuperar el sentido del olfato y por extensión el del gusto.
- Al fortalecer el olfato puede ayudar a abandonar la adicción a fumar.
- Reduce la tensión mental.
- Reduce el exceso de tensión en los ojos, facilitando el lagrimar.
- Puede ayudar con problemas en la vista.
- Puede ayudar en casos de dolores de cabeza, migrañas, histeria, depresión y tensión mental por exceso de energía en la cabeza.
- Refresca el cerebro al reducir el exceso de calor.
- Refresca los pulmones en ambientes contaminados.
- Relaja tensión psíquica en la zona del entrecejo.
- Relaja presión en el entrecejo por emociones negativas sostenidas.
- Refresca y revitaliza las glándulas pineal y pituitaria que controlan el sistema hormonal y contribuye al equilibrio emocional.
- Contribuye a abrir el punto del entrecejo, por donde se manifiesta el discernimiento, la intención y la dirección de vida, a la vez que los estados meditativos superiores.
- Estimula una sensación de ligereza y claridad mental que estimula los poderes de visualización y concentración.
- Contribuye a desarrollar el Arcolínea, que regula el aura, que es la primera línea de defensa del sistema inmunitario.
- En las yogas, mejora la práctica de Pranayama.
PRÁCTICA
Primera fase del lavado nasal con un recipiente neti
PRECAUCIÓN: No se recomienda el lavado nasal a personas que sangran fácilmente por la nariz.
Se utiliza un recipiente neti de cerámica o vidrio, que se puede adquirir fácilmente en farmacias. Se evita utilizar los de plástico.
Es preferible utilizar agua mineral, sin gas y sin sabores. El agua del grifo puede contener bacterias, protozoos, y otros microorganismos que se pueden mantener vivos y causar problemas. Además, el agua del grifo contiene residuos como microplásticos y flúor que aumentan la absorción de aluminio, afectando al cerebro y a la memoria.
Se recomienda agua tibia para ablandar las mucosidades pegadas en las fosas nasales. El agua fría no genera el mismo efecto.
Se evita agua fría o helada que contrae las fosas nasales. Sin embargo, en días muy calurosos, el agua fresca, no fría, ayuda a reducir el calor en la cabeza y pulmones.
La sal que se utiliza que no tenga aditivos como flúor, yodo o fluoruro de magnesio, que se agregan para que no se endurezca.
La sal se le agrega al agua. La cantidad de sal depende de la cantidad de agua y del tamaño del recipiente neti. En general, una cucharadita de postre por medio litro de agua. Se requiere que el agua tenga la salinidad aproximada de la sangre. Si el agua no tiene suficiente o tiene demasiada sal, irrita al pasar por las fosas nasales.
La cantidad de agua debe ser casi medio litro. El agua tiene que ablandar primero las mucosidades y después transportarlas fuera.
La sal se disuelve bien al removerla con una cuchara.
Se determina qué fosa nasal está activa, es decir, por la que se está respirando. Es por la fosa activa donde se coloca la pipeta del recipiente neti.
Se inclina el torso desde la cintura, no sólo la cabeza, para que ésta esté en un ángulo en el que el agua que salga por la nariz caiga al lavabo, en vez de sobre el pecho.
PRECAUCIÓN: Si sólo se inclina la cabeza y no se inclina suficientemente el torso, el agua fluye hacia la garganta y es desagradable.
La cabeza se inclina hacia la fosa nasal por donde el agua va a salir por la nariz.
La boca se mantiene entreabierta todo el tiempo, mientras corre el agua de la nariz, para permitir respirar por la boca si es necesario.
La pipeta del recipiente neti se coloca bien en la fosa nasal, para que el agua no chorree por los lados de la nariz.
Se deja correr el agua entre 10-20 segundos entrando por una fosa nasal y saliendo por la otra.
Mientras el agua corre se evita inspirar.
Se retira la pipeta del recipiente neti de la fosa nasal y se espira soplando levemente varias veces. No hace falta soplar con demasiada fuerza, puede hacer sangrar la nariz en algunas personas.
PRECAUCIÓN: Se evita bloquear con un dedo una fosa nasal para soplar con más fuerza, esto puede provocar sangrado. El soplar es suave, con un mínimo de fuerza, y se hace por ambas fosas nasales. Hay videos en internet en que la persona bloquea una fosa nasal para soplar. Esto puede ser problemático para ciertas personas.
Tampoco se sopla con fuerza si hay mucha agua en la nariz, porque la presión se expande hacia los oídos y puede causar problemas.
Las personas con tensión arterial alta soplan suavemente, para no aumentar la presión en la cabeza.
Después de soplar, se coloca la pipeta del recipiente neti en la otra fosal nasal y se repite el proceso. Si el recipiente neti es suficientemente grande, se puede repetir la operación 4-5 veces. Si el recipiente es pequeño, es recomendable rellenarlo y repetir el proceso. Si sale mucha mucosidad conviene hacerlo por lo menos 10 veces de fosa a fosa, hasta que se limpie la nariz.
Las personas que consumen demasiados lácteos o harinas refinadas, durante las primeras espiraciones puede que salga mucha mucosidad, pero hacia la séptima u octava repetición sale las mucosidades pegadas en la parte superior de las fosas nasales. Dichas mucosidades son un perfecto foco para la proliferación de microorganismos que afectan al sistema respiratorio.
Se va alternado de fosa nasal cada vez que se repite, para despejar las fosas nasales en ambas direcciones.
Cuando una fosa nasal está taponada, el agua no fluye fácilmente por la fosa opuesta. Se continúa con paciencia, soplando suavemente hasta que la fosa se abra.
Es importante que no quede agua en la nariz, de lo contrario va a chorrear por un rato después de terminar. Cuando se termine de soplar, muy suavemente, se suena la nariz con un pañuelo y se seca la nariz con una toalla limpia.
Después de finalizar con el lavado, se enjuaga bien el recipiente neti, especialmente la punta de la pipeta.
También se puede hacer unas gárgaras con agua ligeramente salada al final del lavado nasal, para limpiar la garganta.
El lavado nasal se recomienda hacerlo por las mañanas, después de despertar y antes de dormir. También en otros momentos del día si el ambiente está contaminado, polvoriento, demasiado caliente o hay contagios de gripes. Las personas que viven en ciudades con mucha contaminación electromagnética tienen las fosas nasales muy secas, que los hacen vulnerables a problemas respiratorios. Tienen que hacer el lavado nasal por lo menos dos veces al día.
Segunda fase del lavado nasal
En casos de sinusitis, mucosidad crónica, ronquidos, desequilibrios en las tiroides, tos o problemas en la garganta, se hace un lavado más avanzado después del método anterior.
El propósito es despejar la parte superior de las fosas nasales que con el primer método puede que no se haya limpiado del todo.
Después de limpiar con el método anterior, se utiliza un segundo recipiente de agua, pero en vez de que el agua corra por la fosa opuesta, esta vez el agua se inspira hacia atrás y se escupe por la boca. Esto es un poco desagradable si se hace con fuerza y el agua pasa a la garganta. Lo que se quiere hacer es lavar la parte superior de las fosas nasales.
Si accidentalmente el agua pasa a la garganta no se traga, se escupe.
Con este método es importante que, al terminar, todo exceso de agua salga de la nariz, de lo contrario va a chorrear por un rato.