Mientras el agua corre se evita inspirar.
Se retira la pipeta del recipiente neti de la fosa nasal y se espira soplando levemente varias veces. No hace falta soplar con demasiada fuerza, puede hacer sangrar la nariz en algunas personas.
PRECAUCIÓN: Se evita bloquear con un dedo una fosa nasal para soplar con más fuerza, esto puede provocar sangrado. El soplar es suave, con un mínimo de fuerza, y se hace por ambas fosas nasales. Hay videos en internet en que la persona bloquea una fosa nasal para soplar. Esto puede ser problemático para ciertas personas.
Tampoco se sopla con fuerza si hay mucha agua en la nariz, porque la presión se expande hacia los oídos y puede causar problemas.
Las personas con tensión arterial alta soplan suavemente, para no aumentar la presión en la cabeza.
Después de soplar, se coloca la pipeta del recipiente neti en la otra fosal nasal y se repite el proceso. Si el recipiente neti es suficientemente grande, se puede repetir la operación 4-5 veces. Si el recipiente es pequeño, es recomendable rellenarlo y repetir el proceso. Si sale mucha mucosidad conviene hacerlo por lo menos 10 veces de fosa a fosa, hasta que se limpie la nariz.
Las personas que consumen demasiados lácteos o harinas refinadas, durante las primeras espiraciones puede que salga mucha mucosidad, pero hacia la séptima u octava repetición sale las mucosidades pegadas en la parte superior de las fosas nasales. Dichas mucosidades son un perfecto foco para la proliferación de microorganismos que afectan al sistema respiratorio.
Se va alternado de fosa nasal cada vez que se repite, para despejar las fosas nasales en ambas direcciones.
Cuando una fosa nasal está taponada, el agua no fluye fácilmente por la fosa opuesta. Se continúa con paciencia, soplando suavemente hasta que la fosa se abra.
Es importante que no quede agua en la nariz, de lo contrario va a chorrear por un rato después de terminar. Cuando se termine de soplar, muy suavemente, se suena la nariz con un pañuelo y se seca la nariz con una toalla limpia.
Después de finalizar con el lavado, se enjuaga bien el recipiente neti, especialmente la punta de la pipeta.
También se puede hacer unas gárgaras con agua ligeramente salada al final del lavado nasal, para limpiar la garganta.
El lavado nasal se recomienda hacerlo por las mañanas, después de despertar y antes de dormir. También en otros momentos del día si el ambiente está contaminado, polvoriento, demasiado caliente o hay contagios de gripes. Las personas que viven en ciudades con mucha contaminación electromagnética tienen las fosas nasales muy secas, que los hacen vulnerables a problemas respiratorios. Tienen que hacer el lavado nasal por lo menos dos veces al día.
Segunda fase del lavado nasal
En casos de sinusitis, mucosidad crónica, ronquidos, desequilibrios en las tiroides, tos o problemas en la garganta, se hace un lavado más avanzado después del método anterior.
El propósito es despejar la parte superior de las fosas nasales que con el primer método puede que no se haya limpiado del todo.
Después de limpiar con el método anterior, se utiliza un segundo recipiente de agua, pero en vez de que el agua corra por la fosa opuesta, esta vez el agua se inspira hacia atrás y se escupe por la boca. Esto es un poco desagradable si se hace con fuerza y el agua pasa a la garganta. Lo que se quiere hacer es lavar la parte superior de las fosas nasales.
Si accidentalmente el agua pasa a la garganta no se traga, se escupe.
Con este método es importante que, al terminar, todo exceso de agua salga de la nariz, de lo contrario va a chorrear por un rato.