PROBLEMAS CON EL SUICIDIO COMO VÍA DE ESCAPE

27/12/2021

El suicidio es la segunda causa más importante de muerte entre los jóvenes, después de los accidentes.

En todas las familias del mundo existe un porcentaje de rechazo a la vida por abortos, por percibir la vida como inútil, por las adicciones, el autorrechazo, escapar del dolor y del sufrimiento, y por supuesto, por suicidio.

El suicidio es la segunda causa más importante de muerte entre los jóvenes, después de los accidentes. En algunos países industrialmente desarrollados, el índice de niños menores de 12 años que se suicidan va en constante aumento, año tras año.

Detrás del aumento de suicidio está la creencia moderna de que somos el cuerpo físico y que cuando se destruye el cuerpo físico se acaba todo, y no hay más consecuencias.

A través de la historia de la humanidad a nivel mundial, TODAS las culturas del mundo han tenido un concepto de continuidad de conciencia después de la muerte. En todas las culturas del mundo se toman en cuenta a los fantasmas y los espíritus de los difuntos. En todas las culturas del mundo se hacen ceremonias para la conciencia de los difuntos. En todas las culturas del mundo existen prácticas para estados de posesión por el espíritu del difunto. En todas las culturas del mundo existe el concepto de acción y reacción, de lo contrario, no existirían tantas ceremonias. En todas las culturas del mundo el suicidio se considera un acto que genera consecuencias negativas incalculables porque la vida y el cuerpo físico no pertenecen al individuo, sino a la familia. El nacer se ha considerado históricamente el recibir la llama de la vida que transmite la familia. La idea del individuo, como una entidad independiente de todo el mundo y con responsabilidades mínimas con el grupo con el que vive, es una idea muy reciente.

El individuo, aislado en su piso pasando horas y horas pegado a una pantalla de ordenador, ganándose la vida por su cuenta, y con la idea de que no depende de nadie es un fenómeno reciente en la historia de la humanidad. El ser humano ha nacido y sobrevivido al formar parte de un grupo, no como un individuo aislado, por su cuenta, en un piso. La supervivencia del ser humano no se ha logrado viviendo aislado. El vivir aislado genera ansiedad, alto estrés, inseguridad y vulnerabilidad.

El suicidio se ha estudiado a fondo en la sociedad moderna desde ángulos sociales, psicológicos, económicos y biológicos. No importa desde el ángulo en que se mire, el suicidio se basa en el aislamiento.

La persona aislada está refugiada en sus pensamientos y emociones, sin referencias externas que lo puedan ayudar a equilibrar una vida interna distorsionada.

 

ESTADOS DE CONCIENCIA Y DIMENSIONES

El cuerpo físico es un vehículo para que la conciencia pueda operar en el plano físico.

En las prácticas del Tao, la mente individual se ubica en el canal central. El canal central no es físico, es sutil y vibratorio.

Las cualidades vibratorias lo dividen en tres partes o “tres calderas”.

La primera caldera lo determina lo que está en el centro de la personalidad. La primera caldera es cuando el ego y la actitud egoísta domina la personalidad. La segunda caldera es cuando el ego reconoce que hay una conciencia superior al ego y la pone en el centro de la personalidad. En la segunda caldera, el ego se convierte en asistente del Guía Interno. La tercera caldera es cuando Mente Original, nuestra verdadera naturaleza, está en el centro de la personalidad y el ego se experimenta como una función necesaria para operar en el plano físico y garantizar la supervivencia. En el plano físico, en la dimensión de tiempo y espacio, el ego da continuidad a la personalidad del ego de la infancia y del adulto, tiene continuidad.

Cada una de las tres calderas opera desde una dimensión de conciencia específica. La primera caldera, de la mente egoísta, opera desde el astral inferior. La condición que predomina en el astral inferior es la mente de separación, “yo” y resto del mundo.

El astral inferior es el estado caracterizado por conflictos, emociones negativas, apegos y rechazos. Todos estos factores se deben a la mente de separación y fragmentación.

El astral superior es el estado en el que el corazón, que opera desde la mente de la unidad, contacta a todos los seres como iguales. La energía del amor une todo lo que está separado. La actitud altruista caracteriza a la segunda caldera.

Para la persona que opera desde la primera caldera del astral inferior es inconcebible que exista un estado libre de conflicto permanente. La dimensión del astral superior es la dimensión de la unidad, en la que la vibración de la mente de separación no opera.

La tercera caldera es cuando se opera desde la dimensión de Mente Original. En la tercera caldera la vida y sus dramas se experimentan como proyecciones de la mente, al igual que en los sueños.

El proceso evolutivo consiste en abrir el potencial de cada una de las tres calderas, pasando de la mente de separación, a la mente altruista, y de ahí, a la Mente Original. La palabra “Tao”, que significa “camino”, indica el camino evolutivo que venimos a realizar en la dimensión de los cambios.

 

AISLAMIENTO Y DIMESIONES

La persona que vive aislada, perdida en sus pensamientos circulares-repetitivos opera desde el astral inferior, de ahí viene el estado permanente de incomodidad, descontento y dolor del alma.

El cuerpo físico está limitado a la dimensión física, pero la conciencia está fuera de tiempo y espacio.

El suicidio separa la conciencia del cuerpo físico, pero no cambia la dimensión de conciencia en la que se está operando. Al contrario, el suicidio intensifica el estado de sufrimiento al sumarle al sufrimiento el factor adicional de rechazar la vida que la familia ha transmitido.

En todas las culturas del mundo existe el concepto de un “cielo” como dimensión divina y un “inframundo” de oscuridad y sufrimiento. Los conceptos de “cielo”, “purgatorio”, e “infierno” describen los estados de conciencia y las tres dimensiones de las tres calderas. No son lugares donde “se va”, son dimensiones de conciencia en la que se opera, con o sin cuerpo físico.

La familia transmite el fuego de vida como Esencia Jing para que el ser sea capaz de avanzar en el proceso evolutivo de la familia entera. La Creación es una sola, por lo tanto, todo está conectado entre sí, todo depende del resto y todo está mutuamente influenciado. La creencia moderna de estar aparte y ser diferente a la familia es el producto de la manera de pensar de la primera caldera y del astral inferior.

La Esencia Jing recibida de la familia, en realidad, no pertenece a ningún individuo, la Esencia Jing es el legado común del grupo. Lo que una persona hace con la Esencia Jing afecta a todo el grupo.

El suicidio va en aumento en el mundo moderno por la ignorancia de no saber cómo vivir y por vivir sin propósito, sólo para la supervivencia.

Las culturas, al igual que los individuos, operan desde una de las tres calderas dimensionales. Una cultura que opera desde el astral inferior vive sin propósito de vida, fomenta el individualismo basado en “triunfar” económicamente a toda costa. Vive en permanente conflicto y guerra con otros, y a pesar de generar la impresión de que respetan los derechos humanos y la igualdad de todos, el poder económico determina el grado de derechos que tiene cada individuo. Cuando una persona que se queda sin dinero pierde una gran parte de sus derechos, termina desahuciado y no puede entrar a un supermercado o restaurante. En una sociedad de la primera caldera, todo el mundo vive en inseguridad, ansiedad y miedo. Los que tienen mucho o un poco, tienen ansiedad de perderlo todo porque saben lo que les espera.

Los jóvenes que viven en una sociedad de la primera caldera son los más afectados por el grado de egoísmo que experimentan. Los jóvenes no quieren vivir en un mundo en estado permanente de guerras entre países, grupos políticos, grupos económicos o religiosos.

El suicidio entre jóvenes se basa en dos cosas, en el sentido de impotencia/pesimismo para poder cambiar las cosas, y en el aislamiento, físico, económico y social.

 

SUICIDIO Y POLARIDADES YIN & YANG

El canal central de la mente individual tiene tres componentes: a la “izquierda”, el nadi Yin femenino, a la derecha, el nadi Yang masculino, y en el centro, el nadi neutral-creativo.

Los pensamientos, sentimientos y emociones se originan en la mente individual, específicamente en los nadis laterales. Los hemisferios del cerebro son el aspecto físico de los nadis laterales. El cerebro es como la computadora que procesa la información que viene de los nadis laterales.

Cuando se vive en aislamiento, tristeza, depresión o pesimismo el nadi izquierdo está en “Yin negativo.” Cuando una polaridad llega a un extremo se activa la polaridad opuesta. Cuando Yin negativo llega a un máximo se activa el “Yang negativo”, en el nadi derecho como frustración, cólera, ira o agresividad.

La persona que se suicida vive durante un largo tiempo en Yin negativo, y cuando llega a un extremo, activa el Yang negativo de autoagredirse o agredir a otros. El suicidio es autoagresión.

La razón por la cual se vive en Yin negativo puede ser por intenso dolor, sufrimiento, desesperación, depresión, tristeza, rechazo emocional, crisis económica, etc.

Si en la familia, el porcentaje de rechazo a la vida es elevado o familiares del presente se han suicidado, es más fácil para las personas vulnerables de la familia llegar a la misma opción.

 

AYUDAR A ALGUIEN SUICIDA

Una persona intenta suicidarse cuando se siente incapaz de afrontar por más tiempo un dolor o sufrimiento permanente. El último grado de autocontrol es quitarse la vida, con la falsa creencia, de que la muerte es el final del sufrimiento.

La incapacidad de la persona a afrontar su dolor o sufrimiento se debe en parte, a sentirse solo, aislado, rechazado y sin el apoyo de otros. Las tasas de suicidios son muy altas entre las personas sin vínculos afectivos fuertes.

La necesidad de pertenecer a un grupo (punto del perineo/chakra 1) es la necesidad más básica del ser humano. El bebé no puede sobrevivir sin el cuidado de alguien.

El castigo más fuerte de un grupo es expulsar a un miembro. Las sociedades aborígenes reservan el ostracismo para casos extremos.

El suicidio es una respuesta extrema a la ruptura del contrato social y sentirse aislado, sin un grupo.

El suicidio es el resultado del individualismo extremo.

Para la prevención del suicidio, el paso más importante es restaurar la relación del individuo con la sociedad, no solo con el individuo mismo.

A una persona se le aísla comparándola desfavorablemente con los demás por su condición social, económica, educativa, física, de raza, religión, grupo político, etc.

Cuando se quiere asistir a alguien con tendencias suicidas o que ha intentado suicidarse:

Tener en cuenta que la persona se siente avergonzada, fracasada, a la vez que inconscientemente está pidiendo ayuda.

El intentar suicidarse y no lograrlo, a veces es una manera de pedir ayuda al círculo de relaciones íntimas.

Es importantísimo el no juzgar a la persona diciendo o pensando: "¿Cómo pudiste haber hecho eso?". La persona ya se siente aislada y tachada por otros y lo que menos necesita es que otra persona más lo juzgue.

Como practicante, cuando uno encuentra algo terrible o algo maravilloso, uno no se aferra a eso juzgando o etiquetando; uno purifica la mente con la Secuencia Base si hay tiempo, o con un rayo de luz blanca brillante con mantra “A” desde la imagen de Mente Original. Uno nunca sabe quién es quién, ni el papel que está jugando en nuestras vidas. La persona que pensamos que estamos ayudando, tal vez nos está ayudando a nosotros a abrir el corazón.

Se anima a la persona a hablar sobre cómo se siente ahora.

Una manera de cambiar de enfoque, si la persona comienza a sumirse en la desesperación que provocó el intento de suicidio, es levantarse y hacer una larga sesión de Respiración Espinal, prestando atención a la duración de la pausa. La espiración se hace con el sonido del corazón. Cambiar la manera de respirar es la forma más rápida de cambiar el estado de la mente.

Durante la práctica se mantiene un diálogo continuo para ayudar a la persona a cambiar rápidamente de enfoque, y cambiar el patrón de respiración asociado con la desesperación.

Se aprovecha para explicarle a la persona que cada vez que sienta que está entrando en un estado depresivo, que lo interrumpa con la Respiración Espinal y el Sonido del Corazón, prestando atención a que la pausa entre alientos se haga más y más larga.

Una persona suicida está operando a través de la capa mental alimentada por pensamientos y emociones negativas. Cambiar al cuerpo físico a través de la Respiración Espinal ayuda a cambiar rápidamente la manera en la que la persona se siente.

Se explica que cada emoción, ya sea positiva o negativa, está conectada con un patrón de respiración, y que al cambiar el patrón cambia el estado mental y emocional.

La persona suicida carece de herramientas para cambiar la manera en que se siente. Para comenzar a superar su estado, tiene que adquirir herramientas. Pensamiento positivo o cambio de perspectiva no toma lugar solo, necesita una mente capaz de afrontar las dificultades con confianza en sí mismo.

Con personas con tendencias suicidas, uno brinda apoyo asegurándose de que estén en compañía. Si no tienen a nadie con quien estar, entonces, acompañar a la persona por unos días es el mejor apoyo que se puede dar. Se le invita a quedarse con uno para que salga de la estructura habitual programada con ciertas maneras de sentirse.

Nunca se deja sola a una persona suicida que atraviesa un período difícil. Muchos son los familiares y amigos que lamentan no haberse quedado una noche con la persona. Esto ocurre por no tomar en cuenta a otros y poner los intereses personales por encima de los demás.

La mente de separación erróneamente percibe el ayudar a otros como una forma de pérdida personal, un dar y no recibir nada a cambio.

Se establece un sistema de amigos que hacen compañía, visitan con frecuencia y llaman a la persona todos los días. La persona suicida necesita ser rescatado por el grupo que ha perdido.

Cuando una persona atraviesa por una profunda crisis, está abierta al máximo al cambio radical. Una persona suicida está buscando un cambio radical a una condición de dolor y sufrimiento que no puede enfrentar.

La crisis profunda es el escenario perfecto para introducir alternativas al sufrimiento. Las prácticas para la transformación interna, si se introducen adecuadamente, pueden ser como una mano que ayuda, o un faro que guía en la buena dirección.

Un buen lugar para comenzar es hacer juntos los mantras de la Secuencia Base, hasta que la persona experimente un espacio mental claro y luminoso.

El alargar los mantras ayuda a cambiar el patrón de respiración.

La práctica hay que hacerla juntos, no solo explicarla o darle una grabación con la esperanza de que la persona lo haga sola por su cuenta. La persona necesita compañía, sociedad, sentirse incluida, apreciada y querida.

La persona suicida está exclusivamente enfocada en sí misma. Para ayudar rápidamente a cambiar el enfoque de uno mismo a la familia, se le explica que cada familia en el mundo tiene un porcentaje de rechazo a la vida, y que existen prácticas para sanar los patrones familiares de suicidio.

Se le explica que el suicidio no es el problema, sino el síntoma de una causa de dolor y sufrimiento, y que la persona no tiene herramientas para afrontar.

Se le explica que hay herramientas simples para sanar las causas del dolor y el sufrimiento. Se anima a la persona a hacerla juntos.

Explicar aclara dudas sobre lo que está pasando. Una parte importante de la incapacidad para afrontar la situación se debe a la falta de conocimiento de lo que está ocurriendo y de qué hacer para superarlo.

Si la persona necesita un terapeuta, se le ayuda a encontrarlo y a acompañarlo en las primeras citas.

Se evita sugerir que encuentre un profesional por su cuenta. Eso contribuiría al sentimiento de aislamiento que tiene la persona por ser diferente.

Se mantiene la ayuda prometiendo a la persona que si alguna vez más, vienen pensamientos sombríos nos puede llamar a cualquier hora del día o de la noche. Esta promesa sólo se hace si estás seguro de cumplirla. El prometer y no cumplir deteriora o destruye las relaciones y erosiona la confianza en otros.

Que una persona suicida aparezca en nuestra vida es una señal poderosa de estar en condiciones de ayudar en ese área de la vida.

Las personas en nuestra vida son un reflejo de patrones que tenemos y que andan buscando hacerse conscientes para ser sanados en uno mismo y en la familia.

Los problemas de otras personas no son algo extraño a quienes somos. Todo está interconectado, es interdependiente y se afectan mutuamente.

La vida tiene dos propósitos, que son desarrollar nuestro potencial más elevado, y ayudar a otros a que también lo logren.

La existencia es un proyecto comunitario que nos lleva desde la mente de separación a la mente de la unidad.

El camino hacia la unidad pasa por las personas que están en nuestras vidas.

 

LAS PRÁCTICAS PARA SANAR LAS CAUSAS DE SUICIDO EN LA FAMILIA:

1. Secuencia Base.

2. Abrir comunicación con el Guía Interno.

3. Decisión de estar aquí, en la Tierra: darse cuenta de que la vida tiene un propósito y alinearse con él.

4. Sanar autorrechazo con la Práctica de Tonglen.

5. Sanar la estructura familiar comenzando sanando la relación con los padres.

6. Transformación del archivo traumático a través de la técnica EFT de toques en ciertos puntos, o por los nadis directamente.

7. Sanar los vínculos negativos con otras familias con la práctica del Perdón.

8. Programa altruista para generar energía de reacción positiva y ayudar a otros a desarrollar su potencial.

Estas no son prácticas sencillas, para sanar una experiencia traumática se necesita un esfuerzo sostenido que puede requerir varios años. La motivación para un esfuerzo sostenido se relaciona fácilmente con el fuerte deseo de evitar que los niños ya nacidos, y las futuras generaciones de la familia, pasen por lo mismo.

 

CÓMO AYUDAR EN LA MUERTE POR SUICIDIO

Después de los accidentes, el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes.

La muerte de un joven debido a una enfermedad o accidente es tremendamente dolorosa, pero el suicidio es devastador para la familia, los amigos y la comunidad donde sucede.

Además de la pérdida, el suicidio conlleva una capa adicional de culpa comunal por no haber hecho algo para evitarlo. Todos los que están cerca de la víctima comparten la sensación de no haber hecho lo suficiente.

El suicidio es diferente a otros tipos de muertes, debido a que algunas personas culpan a la familia cercana de haber fallado.

También hay un misterio sobre el suicidio y un tabú cultural sobre hablar de él abiertamente. El suicidio se juzga como un tipo de fracaso en la vida.

El suicidio, a veces, es el resultado de un sufrimiento sostenido que la persona no puede soportar. El sufrimiento puede provenir de un número infinito de causas, tales como enfermedades mentales, presión social, estrés elevado, intensa aversión a sí mismo, desesperación, protestas, etc.

La suposición cultural que está detrás del suicidio es “que somos el cuerpo físico y la muerte es el final de todo, incluido el sufrimiento”. En realidad, el suicidio expande el dolor del nivel personal al nivel comunitario de todos los que de alguna manera están conectados con la víctima.

El suicidio es una experiencia traumática que provoca en familiares y amigos una gran cantidad de confusión, emociones y dudas. Aquellos que se sienten culpables de no haber hecho lo suficiente, a veces, entran en un estado depresivo de baja vitalidad que puede instalarse permanentemente. El dolor permanece debajo de la superficie, como una tristeza persistente y falta de motivación. Al igual que con todas las experiencias traumáticas no resueltas, el dolor no se ve afectado por el tiempo, y hablar de ello, sin importar el tiempo transcurrido, puede traer de nuevo las lágrimas junto con el dolor.

A los padres les encantan presumir de sus hijos, pero los padres de una víctima de suicidio tienen que vivir con la sensación de haber fallado en algo, en su deber como padres. La vida continúa, pero regularmente se les recuerda su pérdida y la culpa por no haber hecho lo suficiente.

Una forma de ayudar a los padres con su sufrimiento silencioso es hacer que hablen de sus sentimientos y emociones. Otra forma de ayudar a esos padres es creando un grupo de apoyo para los padres de las víctimas de suicidio.

Otra manera es transformar el sufrimiento en una acción altruista mediante una recaudación de fondos para apoyar programas de prevención del suicidio y sacar el tema a la luz, para concienciar a otras posibles víctimas.

Un profesional familiarizado con la transformación del trauma puede ser de gran ayuda para todos aquellos traumatizados por el suicidio. El trauma no se ve afectado por el tiempo. A menos que se haga algo a nivel de la mente y las emociones, nada cambia. No es suficiente decir que uno lo siente, algo tiene que hacerse para sanar la herida y sanar el patrón de suicidio en la estructura familiar, para que no vuelva a ocurrir nunca más.

 

¿QUÉ NO SE DEBE DECIR A LA FAMILIA Y AMIGOS CERCANOS DE UNA VÍCTIMA DE SUICIDIO?

En general, la mayoría de las personas no saben qué decir cuando alguien muere, pero con el suicidio, se sienten aún más nerviosas y torpes. Tener en cuenta que la familia cercana se encuentra en un trauma o shock y un gran dolor que perdurará por mucho, mucho tiempo, tal vez por el resto de sus vidas. También hay ira en uno mismo y la tendencia a culpar a los demás. Uno tiene que ser muy cuidadoso con lo que dice.

Se evita justificar lo sucedido diciendo:

-"Todo sucede por una razón".

- "Es la voluntad de Dios".

- "Dios sólo te da lo que puedes manejar".

Abstenerse de juzgar a la víctima diciendo:

- "El suicidio es un acto tan egoísta".

- "¿Cómo podría él / ella hacer eso?".

- "Iba a suceder por la forma en que estaba viviendo".

Evitar culpar diciendo:

"Deberías haber hecho…"

"Podrías haber preguntado ..."

"¿Por qué no me dijiste?"

O generalidades con los sentimientos:

- "Sé fuerte, con el tiempo pasará".

- "Eres fuerte y capaz de tirar adelante".

-"La vida continúa".

- "¿Cómo te sientes" o "¿Cómo te va?"

-Mejor decir, si uno realmente lo dice en serio: "Sé que estás pasando por algo horrible. Dime si hay algo que pueda hacer ".

-Para cambiar el enfoque de la persona por un tiempo, "¿Vamos a almorzar ahora?" O incluso mejor, "Háblame de tu ser querido".

-Para cambiar el enfoque al poder del amor, se puede preguntar: “¿Lo amabas?” y “¿Te amaba?

-El dolor compartido reduce la intensidad del dolor personal. Si uno tuvo la experiencia de perder a un ser querido por suicidio, se puede preguntar: "¿Te ayudaría escuchar mi historia?"

 

CÓMO ASISTIR A LOS PADRES O FAMILIARES DE UNA VÍCTIMA DE SUICIDIO

Las personas que desean ayudar a los padres o cónyuge en duelo, tienen que estar preparados para una larga montaña rusa de emociones. Como el clima inestable, los estados de ánimo de desesperación vendrán con lágrimas imparables. La tristeza extrema en el nadi izquierdo Yin, activa la ira en el nadi Yang derecho. Así que no te sorprendas cuando las olas de ira van y vienen y, a veces, la persona está distante, fría, hostil, recluida y errática. Uno no se toma nada personalmente, uno mantiene su centro irradiando amor y apoyo. Mantras pueden ser muy útil para lograrlo.

Se hace que la persona se sienta cómoda dándole permiso para expresar sus emociones cuando esté cerca. Se les puede decir que no importa cómo sean las emociones, el apoyo es incondicional, incluso si tienen que gritarte.

Se presta atención a las necesidades del momento, cuando hace falta silencio, uno se queda callado y quieto. Si el doliente necesita soledad, dejarlo en paz. No sentirse rechazado si nos piden que nos vayamos, pero quedarse cerca y disponible hasta que pasen las densas nubes de dolor.

El dolor tiene diferentes grados de intensidad. Se notan las gradaciones del dolor y lo que es consolador cuando el doliente está más afectado.

Determinar cuándo decir algo y cuándo callar.

Observar cómo responde el doliente cuando otras personas les hablan tratando de consolar y dejar que lo que ves te guíe hacia sus preferencias.

Determinar si la persona está abierta al afecto y necesita ser abrazada, acariciada, sostenida entre los brazos, etc.

Cada emoción, pensamiento y decisión que hacemos afecta al corazón. Una de las maneras de calmar las ondas emocionales es haciendo juntos el Sonido del Corazón, con la pausa sonriendo al órgano, cada vez más larga. Esto es particularmente eficaz si la persona está teniendo dificultades para dormir.

Otro ejercicio que ayuda a calmarse es masajear ligeramente desde la línea media de la frente hacia el área sobre las orejas cuando se realiza el sonido del Triple Calentador. El meridiano del Triple Calentador se encarga de la integridad energética del organismo. La agitación emocional puede desequilibrar el Triple Calentador.

El masaje se realiza haciendo que la persona se siente en una silla, mientras que el que hace el masaje se pone por detrás, de pie. Luego, las yemas de los dedos meñique, anular, medio e índice de ambas manos masajean suavemente desde la línea media de la frente hacia afuera, por encima de las orejas.

Cada vez que se repite el masaje, se hace cada vez más lento y con menos presión, para ayudar a la persona a sintonizar a un nivel de mente más sutil que el que experimenta las emociones.

Después de cada masaje, la sonrisa se irradia hacia la persona desde la corona hacia abajo, para ayudar a reducir el exceso de energía emocional desde la cabeza y el corazón, hacia los pies y la tierra.

Otra manera de ayudar a la persona a mover el exceso de energía de la parte superior del cuerpo a los pies es dando un masaje lento y suave en los pies. Si la persona tiene cosquillas, eso hará que la persona cambie rápidamente a un estado de ánimo sonriente.

El masaje de pies se puede complementar con un masaje de manos.

No se le apresura a la persona a recuperarse. Se evita decir: "Quizás deberías comenzar a dejar todo esto atrás", o "la vida debe continuar". Las situaciones y las emociones deben ser digeridas, y eso lleva tiempo. El apoyo que se brinda es para ayudar a la digestión, no para apresurarla.

Se evita tratar de distraer a la persona con cosas triviales, con la falsa ilusión de que va mágicamente a superar el dolor. Una invitación a comer o ir al cine no acelerará la digestión emocional, solo será una distracción momentánea.

No nos sentimos insultado si la persona rechaza invitaciones a actividades que lo distraigan. Se le da espacio a la persona para que diga cuándo está lista para reanudar sus actividades normales, e incluso entonces, no se esperan milagros. Regresar al pasado, a que todo sea igual que antes del suicidio, rara vez ocurre. Las heridas profundas dejan cicatrices.

No se presiona a la persona para que deje de hablar sobre la pérdida. Hablar es uno de los medios para digerir la situación, al hacer conscientes sentimientos que no tienen palabras.

Se anima a hablar sobre los grandes momentos que se pasaron juntos con el fallecido. Esos buenos momentos son un tributo a la persona y una celebración de su paso por nuestras vidas.

Se toma en cuenta con especial cuidado, los momentos claves, en los que el dolor puede resurgir de nuevo. Estas son las fiestas de cumpleaños, Navidad y otras fechas cuando se hicieron cosas juntos o se intercambiaron regalos y, por supuesto, el aniversario de la muerte.

Para ayudar a transformar esos días de dolor en positivos, se pueden dar contribuciones en nombre del fallecido a organizaciones benéficas o a comedores populares que alimentan a los más necesitados.

El primer aniversario será el más difícil, así que se intenta estar a disposición de la otra persona durante esos días.

Se evitan nublar los sentimientos ahogándolo en alcohol u otras sustancias. No ayudarán a digerir la situación y, por el contrario, puede reforzar el patrón de huir del dolor que provocó el suicidio del ser querido.

El sentido de comunidad se refuerza creando un círculo de apoyo con otros amigos que también asisten al doliente.

Para ser eficaz, la persona que brinda asistencia debe realizar prácticas energéticas para mantener integridad y transformar la carga emocional que se está experimentando. La energía fluye de una fuente alta a una baja. Las prácticas energéticas proporcionan integridad al practicante para prevenir el agotamiento emocional y para ayudar a otros a mantener un nivel estable de vitalidad.

La recuperación emocional será más completa si la persona afligida se inspira para practicar juntos. El establecimiento de una nueva base de energía de la tierra ayudará a reestructurar la nueva personalidad que surgirá de toda la experiencia.

Cada vez que pasamos por una experiencia poderosa que cambia la vida emerge una nueva personalidad. Con el suicidio, puede ser potencialmente una personalidad más frágil y herida. Con las prácticas energéticas, se abre la posibilidad de que emerja una personalidad más fuerte, capaz de transformar el dolor en sabiduría y ayudar a otros a hacer lo mismo.

Si los padres que perdieron a un niño por suicidio, al tiempo tienen otro hijo, no se comete el error de suponer que el que perdieron es olvidado. Uno nunca olvida a un hijo fallecido, especialmente si se suicidó.

No se comete el error de decir que el nuevo hijo ocupa el lugar del fallecido. Cada persona es única e irremplazable. El fallecido siempre será parte de la familia.