INTRODUCCIÓN
EL RETO DE NUESTROS TIEMPOS
El desafío más grande que aflige a la persona contemporánea es vivir sin un propósito claro de vida y, como resultado, estar en perenne estado de ansiedad y miedo.
El afrontar el acelerado cambio y complejidad de nuestro mundo actual requiere un estado óptimo de claridad mental, equilibrio emocional, adaptabilidad y capacidad de fluir con los cambios.
Todos estos factores no toman lugar por sí solos, sino que requieren esfuerzo sostenido basado en una clara intención de vida.
Los cinco niveles de prácticas del I Ching Dao están estructurados para enseñar a la persona contemporánea a:
EL SISTEMA I CHING DAO
EL I CHING DAO ES UN SISTEMA COMPLETO DE DESARROLLO PERSONAL BASADO EN LA SECUENCIA Y PRINCIPIOS ENERGÉTICOS DEL I CHING, UN CLÁSICO DE LA CHINA ANTIGUA. EL PROGRAMA I CHING DAO CONSISTE EN CINCO NIVELES QUE ENCAMINAN Y GUÍAN AL INDIVIDUO EN EL DESARROLLO DE SU MÁXIMO POTENCIAL HUMANO.
01.
02.
03.
Cómo establecer una clara dirección en la vida.
Cómo afrontar los cambios acelerados que vivimos.
Cómo mantenerse saludable, en buen ánimo y alta
vitalidad para, sobre todo, asistir a otros a ser felices.
«Estamos en un punto del camino evolutivo de la sociedad humana en el que ayudarnos mutuamente no es una opción, es una necesidad.»
EL ÁRBOL DE LAS PRÁCTICAS
Las numerosas disciplinas que abarca el sistema I Ching Dao forman una estructura que se representa como un árbol de prácticas.
El Árbol de las Prácticas describe detalladamente cada uno de los cinco niveles, los pasos con los que se encamina uno en la vida y la manera de asistir a otros a vivir mejor.
LA RAÍZ DEL ÁRBOL DE LAS PRÁCTICAS
Nivel 1, Nivel Introductorio o Básico, abre la puerta del camino al resto del programa. Este es el primer paso para establecer la vida interna de autodesarrollo. Las prácticas del Nivel 1 son imprescindibles para poder llevar a cabo los otros niveles.
EL TRONCO
El tronco de este árbol está formado por las prácticas que se encargan de abrir el potencial de la mente.
LAS RAMAS
Las prácticas en las ramas del Árbol dependen de la claridad e integridad de la mente que se ha ido desarrollando con las prácticas que forman el tronco del Árbol.
Hablamos por ejemplo del masaje, la nutrición adecuada, las secuencias de movimientos físicos y energéticos (Tai Chi y Chi kung), las prácticas del sueño y trascendencia o el peregrinaje, entre otras.